Tardaremos mucho tiempo en ver una camiseta con este slogan. Y más tiempo pasará hasta que realmente sea cierto. Los consumidores pagan por todo: por el pan, por la ropa, por una transferencia porque les peinen.... Ahora bien, los usuarios no. En internet, a priori, no gusta pagar y no se quiere pagar. El medio donde todo fluye desde ningún sitio y hacia ningún lugar, nadie quiere dejar su huella monetaria. Las películas tienen que ser de descarga gratuita; la música, también. Y qué decir de la información: "Es un derecho, no un privilegio" (como rezaba el eslogan de una vieja campaña publicitaria de coches).
El imaginario colectivo ve justo que se pague por un periódico, porque en el fondo estás comprando papel. Sin embargo, en Internet no. Pero aquí hay algo que falla. El negocio de los
periódicos no es el papel, ni las promociones ni los suplementos. Todo eso es el continente. Lo que se compra es información en forma de columna, reportaje o noticia. Bien saben
algunos que el pago no es el problema, sino la
solución. Pero las reticencias por parte de los lectores están ahí.
Todos llevamos un "amigo de lo gratis" dentro de nosotros que nos impide pagar por aquello que no consideramos de "primera necesidad". Algunas iniciativas comienzan a cuajar como los kioscos digitales o, lo que algunos llaman, las "
membranas de pago".
Sin embargo, tras los acontecimientos del último fin de semana, no se puede perder de vista el mercado de diarios tradicionales.
The Sun on Sunday del magnate
Rupert Murdoch vuelve a hacer saltar el mercado por los aires. En su lanzamiento ha vendido más 3.260.000 ejemplares. (Para hacerse una idea del volumen, según los últimos datos de OJD, la difusión de El Mundo, El País, ABC y La Razón
sería de 987.321 ejemplares).
Entonces, cuando pensabas que las tendencias europeas indicaban una hecatombe de la prensa tradicional, aparece Murdoch... y seguimos hablando del pago en internet, de la muerte de los periódicos y del fin del periodismo. Aquí hay mucha tela que cortar... a ver por dónde empezamos.